El crecimiento exponencial de la población estudiantil del JFK Campus demanda una planeación estratégica que permita organizar todos los grados académicos y actividades deportivas. El proyecto enfatiza una escala sensible que aporta una solución constructiva práctica y costeable, además de dignificar el significado de pertenecer a la prestigiosa Comunidad JFK. Ésta dualidad de “espacio servidor - espacio servido” permite fortalecer el proceso de estimulación y aprendizaje de un niño en sus primeras etapas cognitivas, ya que la educación debe complementarse dentro y fuera del aula. Inmediato al aula, los pasillos e intersticios entre ellos fungen como escenarios de encuentro, intercambio y movilidad. En el vacío principal, que se encuentra confinado por un pequeño bosque, el paisaje juega un rol fundamental que provee experiencias para la formación de los niños. Los cambios topográficos, el programa cívico-deportivo, los sistemas de cubiertas para sombras, olores y colores estimulan un sentido de diversión y desarrollo en los niños.